Fines de diciembre: sinónimo de fiestas y cercanía de la partida mi viaje al Sur pero también de exámenes en la Universidad y dolores de cabeza intensos aguantando orales interminables con un calor insoportable.
Esta vez viajé a Alberti, Provincia de Buenos Aires a tomar examen en la sede de la Facultad de Derecho. Como la mesa arrancaba a las 09:00 hs del sábado 20 de diciembre tuve que salir de Buenos Aires a las 06:00 AM y no fui solo, me llevé mi bici con el plan de recorrer la zona (ya recorrida con Alepol y los amigos de los mega en un espectacular viaje de dos días con alforjas) después de cerrar la mesa, llenar las actas y despedirme de los chicos de la universidad.
A las 14 hs. terminamos de tomar examen y descubrí al salir del aula que el calor orillaba los 38 grados. Demasiado. Mis amigos Popy y Chato me invitaron a su casa a comer unas porciones de pizza muy copada preparada en el magnífico por el famoso “Varela”, eximio panadero y conocedor de la zona.
Esas porciones poderosas me llenaron de hidratos de carbono necesarios para emprender la recorrida y así fue. El calor era insoportable así que esperé hasta las 15 hs charlando con los amigos y decidí salir. Compré líquido (el que fue insuficiente) y previa carrera de bici con el primo de Popy que manejaba su playera a 34 km/h con solo unos pocos años, agarré el acceso a Alberti con destino a la Ruta Nacional N°5.
Crucé la ruta y agarré el camino de tierra (¿?), mejor dicho arena tipo Sahara, hacia la localidad de Pla, pueblo buenísimo con su estación de arquitectura francesa, la que pertenecía al Compañía General.
Los caminos estaban imposibles de arena, perdías la estabilidad y por momentos las piernas no daban más.
En Pla busqué el cruce entre las vías del Cia. Gral. y las del Midland pero no vi nada, ni siquiera el terraplén de ese segunda línea. En el pueblo no vi señales de vida humana. Si unos caballos a la sombra y nada más.
Vi mi GPS y según el Sr. Garmin existe un camino que te lleva desde Pla hasta uno de los puntos de la recorrida: Achupallas. Agarré el camino bajo un sol picante. Al toque sentí un ruido como el de una milanesa friéndose y efectivamente era un chancho muerto al costado del camino que estaba literalmente friéndose por el calor. Un asco pero llamativamente no largaba olor.
El camino a los pocos kilómetros se cortó, jamás llegaría a Achupallas o a otro lado por esa senda.
Volví a Pla y agarré para Gobernador Ugarte, hermosos caminos pero arena a full. Según un amigo de la zona los caminos están ablandados por la cantidad de camiones que habían pasado con motivo de la cosecha de trigo. En algunos campos estaban regando y estaba re tentado de ponerme bajo ese chorro de agua y aliviar el calor.
En ese tramo estaba casi sin agua. Necesitaba llegar a algún lado (en Pla no había nada) para comprar algo de tomar y no terminar como el cerdo en el camino muerto de sed.
Después de hacer unos kilómetros por la arena llegué a la ruta 51. Podría haber hecho por la ruta asfaltada 3 km y entrar al pueblo por el acceso asfaltado pero vi en el GPS que existía una alternativa de seis km paralelos al acceso. ERROR. No es posible describir lo que era ese camino, un verdadero arenal. En alguna parte casi me pongo loco, realmente jodido y además me había tomado el líquido que tenía. La arena es un factor que hay que tener muy en cuenta en esa zona.
Llegué finalmente a Gdor. Ugarte, con su linda estación perteneciente al desactivado ramal del Ferrocarril Oeste (Sarmiento) a La Rica.
Esa parte de la provincia arde con ferrocarriles –casi todos parados- y pensaba lo que debía ser la zona con ese ramal andando y al mismo tiempo el Midland y el Cia. Gral., tantos ramales activos en tan pocos kilómetros a la redonda.
El pueblo Gdor. Ugarte es piola, con mucho movimiento y almacenes en donde me hice de varias gaseosas y agua (me tomé tres litros de Seven up).
Estaba tan agotado por el calor y la arena que me tiré en la plaza a dormir una siesta y otro ERROR, ya que no me di cuenta y me levanté a las 20 hs. y estaba a 40 kilómetros de Alberti!!!
Debí renunciar llegar a Achupallas ya que me iba a caer la noche y no tenía luz delantera ni ganas de caerme o que no me vean o no dar con el camino y pasar la noche con el chancho muerto.
Salí de Ugarte y agarré el acceso a la Ruta 51 –asfalto- y sobre la banquina vi algo re loco. Una mujer, linda, bien vestida, de blanco estaba parada al costado de la senda con pose de "hacer la calle" pero estaba muy bien vestida y no daba con el perfil de mujer a la que llaman “calle” como dice la canción de Manu Chao, además no pasaba nada ni nadie. Tampoco parecía alguien que estaba esperando a un conocido (por la forma en que estaba parada). Nos saludamos y después me quedé pensando si no se trataría de un fantasma, jajajaja.
La vuelta fue lo mejor, asimilada la 7up, la temperatura bajo y el campo explotó de vida, zorros, zorrinos, pájaros, los colores del atardecer, un espectáculo para Animal Planet. Y eso que uno piensa que en la pampa no hay mucha biodiversidad. Miles de pájaros y una brisa reparadora.
Tras cruzar el rio Salado y ver como los peces se acercaban a la superficie a respirar (¿?) o boquear, que se yo … llegué a la RN 5 y entré a Alberti cuando ya era de noche.
Pasé por lo de mis amigos y decliné quedarme a cenar para no tener que viajar de noche con el auto, cansado (no de pedalear bajo un sol demoledor casi ochenta km, sino algo mucho peor: tomar 20 exámenes por la mañana).
Algo curioso de Alberti, ciudad a la que asisto regularmente y que me gusta mucho por su tranquilidad, su parque, las obras del arquitecto Salamone, etc., es que todos los sábados de verano los bomberos ponen a circular al "chancho movil". Una motobomba va con un “trailer parrilla” en el que se cocinan dos lechones. A partir de las 18 hs empiezan a vender números para rifar, recién a las 22 hs y con los bichos “a punto”, los lechones ya cocinados.
A las 23 hs agarré la 5 y llegando al cruce de la 51 me decidí entrar a Achupallas ya que me habían quedado ganas de ver el pueblo. Muy bueno (me habían dicho en Alberti, y lo comprobé, que pusieron un restaurante en Achupallas muy bueno), un pueblo que invita a entrar. Tiene una entrada muy linda, camino mejorado y carteleria abundante. Entré a las 23.30 y vi el restaurante y en el medio de la calle una larga mesa llena de gente haciendo un asado. Pasé por al lado y me miraron como bicho raro (solo, en un auto, con una bici atrás, a medianoche, jajaja) y los saludé.
Pegué la vuelta por la plaza y los pasé por al lado de nuevo, pero esta vez un perro me obligó a pagar ya que se había interpuesto en el medio de la calle y les explique el motivo de mi presencia. Criticaron a sus vecinos de Ugarte –típica la de tirar palos a los del pueblo vecino- y hasta me invitaron a comer. No podía. Del medio de la mesa saltó un conocido de Alberti, Angel, (ex alumno y funcionario municipal) y le llamó la atención mi presencia en medio de la noche. Charlamos y todo 10 puntos.
Achupallas era una estación del Compañía. El edificio (lo vi de noche iluminándolo con las luces altas del Gol) está muy bien conservado. Me lo imagino recibiendo los trenes. El papá de mi amiga Popy me contó que cuando vivían en Achupallas tenían un entretenimiento: a la noche en la cama hacían una apuesta con la mujer. Sentían llegar al tren con su vapor a full y hacían apuestas si pasaba o no el puente sobre el Salado ya que a veces no le daba la fuerza para subir la cuesta y a veces sí, si no llegaba volvía para atrás y retomaba con todo para pasar.
Me fui al rato y llegué a Buenos Aires a las 02.30 de la madrugada, destrozado de sueño.
Amigo, Gracias por tu relato. Mi madre Francisca Feber ya fallecida, nació en Achupallas, su padre,Joaquín, fue peón de vía y luego telegrafista en la estación a principios del siglo pasado, imaginaté, ella nacío en 1920. Por esas cosas de la vida, recordando a mi vieja, estaba buscando ¿como llegar a Achupallas? y perdido en el camino de google, llegue a tu blog.Fantástico relato que ha logrado motivarme aún mas. Gracias de nuevo. aads1@hotmail.com
ResponderEliminarMuchas gracias por tu mensaje. No sabes cuanto me alegro de que hayas encontrado referencias de Achupallas gracias a este blog y más aún cuando abre recuerdos tan copados. Anda a Achupallas que esta muy lindo, toda esa zona es genial. Estamos en contacto para lo que necesites. Jorge
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