domingo, 20 de septiembre de 2015

POR AGUA Y POR TIERRA. UN RECORRIDO CONTRARRELOJ PASANDO POR ALBERTI, BENITEZ, INDACOCHEA, ACHUPALLAS Y PLA.


De nuevo en Alberti por trabajo y mi bici en el baúl del auto. Como tenía que presentarme a trabajar a las 19 hs, proyecté un recorrido de 80 km por caminos de tierra para hacer en cuatro horas con paradas a sacar fotos.
Nunca pensé que el plan se alteraría por causas ajenas a mi voluntad. Ya veremos.

Palomar en Alberti.

Pesado el camino. Las máquinas están arreglando el desastre que dejó la inundación. 
Salí a la búsqueda de la Estación Benítez (FFCC Sarmiento) por el camino que bordea las vías. La senda estaba pesadísima ya que habían pasado las “champion” y el terreno estaba muy suelto. Y cómo no iban a pasar las máquinas si tras las inundaciones de agosto el camino quedó destruido. Y no solo el camino. Pasé cerca del puente ferroviario que se descalzó y que obligó a una formación a dejar en la vía un coche.
Así quedó el puente del FFCC Sarmiento. No se vino abajo de casualidad.

En lo peor de la crecida, quedó atrapado un coche del servicio a Bragado. (Foto Bomberos Voluntarios de Alberti).

Foto aérea que da cuenta de la magnitud de la crecida (Foto Bomberos Voluntarios de Alberti).
Saliendo de Benitez y tras cruzar la ruta 51, el camino se anegaba por tramos de 200 metros. Me saqué las zapatillas y lo crucé caminando. Pero el verdadero problema llegó cuando pasé el siguiente punto: la estación Indacochea.
Estación Benitez.
 
Primer charco del recorrido. Me saqué las zapatillas para no mojarlas. De haber sabido lo que venía ...

Indacochea es un lindo pueblo que nació con la inauguración de la estación perteneciente al FFCC Midland en 1908, y clausurada en 1977. Su cercanía al río Salado hizo que la localidad se convierta en un importante centro pesquero. Cuando el Salado se pasa de mambo la zona se inunda y mal.
Almacén abandonado en el camino entre Benitez e Indacochea.

Indacochea.
Siguiendo el plan, tomé un camino de tierra que vincula a Indacochea con Achupallas, “Pueblo de Amigos” para los de la zona. Ese camino cuenta con un puente de hormigón que cruza el río y que felizmente permanece en pie.
Por la crecida –que no cesó del todo pese a que pasó ya más de un mes desde el pico- el camino literalmente fue devorado por el agua. No es que lo tapó, lo barrió, sacando la capa de tierra que lo nivelaba sobre el nivel del terreno.
Se hacía imposible pedalear así que seguí caminando con la esperanza de llegar al puente y encontrar partes más secas.
Esto era un camino.

Al camino lo invaden correntadas como esta cada diez metros. El agua corre fuerte. Imaginar lo que fue en el pico de la crecida del Ró Salado.
Con el agua a la cintura me crucé con un pescador que estaba sobre su bote con motor fuera de borda colocando trampas para nutrias. Me dijo que era imposible seguir ya que había pozos y partes del terraplén que cedieron en los que la corriente era fuerte.
Como volver atrás no está en los planes, me vino al pelo que me proponga llevarme en su lancha hasta Achupallas.
La bici al bote!

Avanzando hacia Achupallas.

Parece el Paraná, pero es el río Salado.


Adiós y gracias!!!
Jamás imaginé que transitaría varios kilómetros en lancha en una zona donde los caminos de arena son la regla. Desde la embarcación de mi ocasional amigo pude comprobar la magnitud de la crecida. Era como estar cruzando el río Paraná. Efectivamente cerca del puente y en las partes en el que el terraplén había cedido había correntadas peligrosas que obligaron al timonel a alejarse del puente dibujando una comba de casi 300 metros sobre el itinerario.
Me dejó al borde de lo que quedó del camino, a poco menos de un kilómetro de Achupallas. Avancé caminando, y por partes pedaleando, en el agua hasta la entrada al pueblo.
Va secando...


Chimenea en el cuadro de la estación Achupallas.


El sol caía a pique y se me venía la noche. Por suerte di con Juan, vecino del pueblo y trabajador de la Municipal mientras reabastecía de agua su camión regador, quien me sugirió que no avance por la tierra hasta Pla, sino que tome la ruta 51 y recién pasando Gdor. Ugarte agarre la calle que me dejaba en Alberti.
Le hice caso pese a que no me gusta agarrar la ruta y más una tan transitada por camiones.
Ruta 51.

Camino a Pla.

Estación Pla.

Parada obligada en Pla.
Después de meter pata en el asfalto por casi 9 km, con recurrentes visitas a la banquina cuando notaba que se venían camiones, tomé la calle de arena que pasa cerca de Pla y me dejaba en la puerta de Alberti.
Quedaban 30 km, por suerte con viento a favor, pero la arena era tremenda. Por falta de líquido tuve que entrar a Pla a clavarme un pomelo.

El Salado.

Ya de noche, a las 19 hs clavadas, entré a Alberti para cumplir con el cometido. Una linda experiencia. Una prueba contrarreloj todo terreno.


Jorge.

domingo, 19 de julio de 2015

A LA BÚSQUEDA DE LA PARADA LAURIE DEL FFCC PROVINCIAL. UN RECORRIDO ENTRE SAN VICENTE Y LOMA VERDE.


Los mapas me pueden y si son antiguos mucho mejor.
Hace unas semanas caminaba por el barrio de Palermo y pasé por el frente del IGN - Instituto Geográfico Nacional (Ex IGM – Instituto Geográfico Militar). Entré y pregunté si tenían alguna biblioteca o mapoteca para ver material que pueda ser de mi interés. Te atienden de lujo y me informaron que la mapoteca estaba siendo reacondicionada, pero que en la biblioteca tienen mapas de la provincia de Buenos Aires y que me fije.
Encontré un atlas de la provincia –incompleto- que data de 1931. Te dejan sacarle fotos. Así que uno de los que pude copiar era de la zona de Loma Verde, partido de General Paz (Ranchos), lindando con San Vicente.



Allí aparecían muchas referencias, algunas ya conocidas y otras que no las teníamos. Una en particular: la llamada “Parada Laurie” del Ferrocarril Provincial, ubicada a pocos kilómetros  de la Estación Loma Verde, en el tramo que separa a ésta de la estación Udaondo.
¿Habría restos de esa parada ferroviaria? Le tiré el dato a mi amigo Black que conoce la zona como nadie y tiene raíces familiares en la zona.  

Placa en el puente de Once Bocas.

Once Bocas.
Sábado con frío, por la mañana entramos a la zona por el lado de San Vicente, cruzamos el espectacular puente de Once Bocas –levantado en 1930- sobre el arroyo Samborombon y por caminos rurales llegamos a Loma Verde.
Dimos con el imponente portal de las Estancias Elvira y Los Merinos, las que figuran en el mapa y tomamos una calle lindera al terraplén del Provincial, del que no queda nada tras el levantamiento de vías dispuesto tras su clausura definitiva en la década del sesenta del siglo pasado.


Una senda corre por dónde lo hicieron los trenes. Precaria, con muchos pozos y pasto. Y llegamos hasta un cruce de caminos en el que debería haber estado emplazada la parada. Un colegio: Escuela Nº20, llamada “Laurie” por el nombre del otrora terrateniente que donó las tierras, y otra construcción destinada a puesto o casa de campo. De la parada o infraestructura ferroviaria nada de nada. Una máquina champion había aplanado lo que quedaba del terraplén.
Pero en una parte se advertía una elevación de tierra, como si el suelo hubiese sido elevado para quedar a la altura de las vías.
Y en medio de la incertidumbre la presencia de un vecino, que vive en la casa lindera al colegio. Le giramos nuestra inquietud:
- Ciclista: Hola Señor, ¿sabe si acá estaba la “Parada Laurie”?
- Vecino: Noooo! Laurie es la escuela. Ahí estaba la Parada Km 70.
- Ciclista: ¿Y dónde estaba la parada?
- Vecino: Justo dónde está parada la señorita. Si habré visto a los crotos allí tomando mate y esperando el tren. Yo con mi mamá lo tomábamos para ir a La Plata. Los tambos de la zona traían los tachos de leche.
- Ciclista: ¿Había alguna construcción? No quedó nada …
- Vecino: Había una casillita, la retiraron cuando levantaron  las vías.

Por acá pasaba un tren.

Escuela Nº20 "Laurie"

En este preciso lugar se asentaba la parada Laurie o KM 70.


Emplazamiento de la escuela Jose Maria Paz. Loma Verde.

Placa conmemorativa.

Se inunda por la zona.

Orilleando.


Llegando al Once Bocas.

La cuestión es que la parada existió. Contentos con ello nos fuimos a almorzar a Loma Verde y luego retomamos por caminos rurales que solo usan las vacas. Y eso deja flor de huellas, complicadísimos para transitar. Una de las calles muere en el arroyo Samborombon así que tomamos por la orilla del curso de agua. Entretenido recorrido hasta el puente Once Bocas y de ahí hasta San Vicente para ponerle final a la salida.

Fueron 123 km con mis amigos Black y Silvia. 
Jorge

martes, 17 de febrero de 2015

EL VIEJO CAMINO DE BUENOS AIRES A ROSARIO - PARTE III: PARAJE ARROYO DE LUNA HASTA LA CIUDAD DE ARRECIFES. CAMINO DE LAS ESTANCIAS Y EL PARAJE SAN FRANCISCO.


Una nueva etapa del recorrido de reconocimiento sobre la base de un viejo mapa del Touring Club que señalaba para los pioneros automovilistas la ruta que unía Buenos Aires con Rosario.

Si uno ve el mapa –y más aún si se lo recorre en el propio terreno- advierte que para el tiempo en que se hizo el plano no existían las RP51, RP191 y la RN8, todas ellas importantes arterias que hoy monopolizan el tránsito en la zona.

El camino que se encuentra marcado hoy está relegado al tránsito rural y una buena parte del trayecto el pasto y las malezas se lo han tragado casi totalmente.

En esta tercera etapa me propuse recorrer el tramo que va desde el Paraje Arroyo de Luna hasta la ciudad de Arrecifes (cabecera del partido homónimo, antes conocido como Bartolomé Mitre).

Cada referencia que aparece en el mapa responde a hitos de la historia de los partidos de Arrecifes y Capitán Sarmiento. Y eso es copado, saber qué más allá del paisaje, existen las manos y las voluntades de muchos hombres y mujeres que vivieron y trabajaron en la zona. 

Detalle del camino a recorrer. Notar que no existían las rutas 8, 51 y la 191.

El punto de partida de la salida fue desde una localidad cercana que se encuentra señalada en el plano: La Luisa. Este paraje, en la actualidad, no se decide si inclinar su desarrollo hacia la ruta nacional 8 o hacia la estación ferroviaria. Va ganando la ruta por goleada y por una buena razón: los trenes han dejado de pasar hace mucho tiempo, ni los de carga pasan por allí y hacia la ruta fluye todo.

La Luisa es una estación perteneciente al ramal Victoria – Vagues – Pergamino del Ferrocarril Mitre. Antes supo llamarse Saavedra –por la familia a quien pertenecieron las tierras adyacentes- y “Arroyo de Luna”. Desde 1920 lleva la actual denominación.

Frente al cuadro de la estación se encuentra la imponente entrada a la Estancia “El Paraíso” y más adelante, pasando el paraje Arroyo de Luna, está la entrada a la Estancia “La Luisa”.

En el Pueblo de La Luisa hay cosas muy piolas para visitar: un viejo almacén y la sede del Club Unión de Labradores que fue fundado en 1931.

Estación La Luisa, ex Saavedra, ex Arroyo de Luna.
Club Atlético Unión Labradores de La Luisa.

Estancia El Paraíso.

La Luisa.

Puente sobre Arroyo Luna.

Viejo edificio en Paraje Arroyo de Luna.

Almacén en Arroyo de Luna

Club en Arroyo de Luna y sus típicas ventanitas para vender entradas.

Empedrado sobre el puente metálico. Ya en el camino que me llevaría a Arrecifes. Si uno ve el estado del camino no puede creer que haya sido la principal senda hacia el norte.

Detalle del puente.

Saliendo de La Luisa tomé un camino de tierra –que figura en la vieja carta- que bordea a la estancia El Paraíso. Debe ser muy grande ya que tras pedalear un buen rato di con un puesto que por su estilo pertenecía a esa estancia.

El terreno que atraviesa el camino es muy lindo, con ondulaciones, muy pintoresco. A pocos kilómetros di con el viejo camino a Rosario que señala la carta y con el Paraje Arroyo de Luna. Un nombre con aires poéticos pero que remite a un tal Sr. Luna, primitivo titular de esas tierras.

En el paraje hay una escuela sobre una lomada, un almacén –que no estaba funcionando-, un club y un viejo edificio de dos plantas coronado por un pararrayos y una veleta con el perfil de un caballo. Además el arroyo De Luna es cruzado por dos viejos puentes. Uno de ellos, sobre el camino a recorrer estaba empedrado y las defensas estaban hechas de hierro y viejos rieles ferroviarios.

En sentido a Arrecifes el camino se desmejora pero es pedaleable. Y una primera sorpresa: parece que sobrevive un edificio en el que funcionó uno de los almacenes que figuran en la carta. Del resto de las referencias nada de nada.

En los cruces en los que deberían haber estado el Almacén González y otro similar antes del arroyo Contador, no encontré nada y eso que me bajé de la bici para buscar al menos un resto.

Almacén? Según el plano existía uno a esta altura del camino pasando el arroyo de Luna.

Tijereta.

Estado del camino que alguna vez fue el que acaparaba todo el tránsito. 

Caballos sorprendidos por mi presencia.


Después de unos kilómetros llego a un puente metálico –también muy viejo- que estaba cubierto de una capa de hormigón. Descuento que tuvo empedrado en otros tiempos. Una sólida estructura que atraviesa el arroyo Contador.

Pasando el puente y antes de llegar al cruce con la ruta 51 descubrí la entrada a una Estancia que se llama “El Contador” –más adelante daría con otras entradas a lo que creo es la misma explotación-, en un punto coincidente con el que la vieja carta del Touring designa como “El Contador de Saavedra”. Dice la historia que el padre de Don Cornelio Saavedra, Don Santiago Felipe de Saavedra, fue uno de los viejos dueños de esas tierras.

El tramo del camino que corre entre la ruta 51 y la entrada a la ciudad de Arrecifes está en mal estado y nos muestra una zona de quintas y muchos basurales.


Llegando al arroyo López me encontré con otro viejo puente, esta vez de hormigón pero con bases de ladrillo, lo que revela una antigüedad mucho mayor que lo que se ve desde arriba.  A unos 500 metros está la ruta 191 y la vieja entrada a la ciudad de Arrecifes.

Extenso puente metálico sobre el arroyo Contador.

Detalle del puente y su estructura metálica. Por lo visto se ha bancado crecidas de distintas magnitudes.

Columna.

Estancia el Contador, justo a la altura en el que el plano indica que se encuentra "El Contador de Saavedra".

Puente sobre el arroyo López.

Detalle del puente.
El ingreso a la ciudad es espectacular. Un puente de hormigón que pasa sobre el bravo río Arrecifes te deja en lo que fue el Boulevard Dardo Rocha, una amplia avenida en la que se pueden encontrar muchas casas que superan la centuria. Viejos talleres, depósitos, el antiguo hospital Santa Francisca.

Se conserva en la entrada un viejo bebedero en forma de obelisco que data, según lo que tiene grabado, de 1937.

En el reverso del mapa hay alguna data de la ciudad pero muy pobre y solo una referencia comercial con dirección: “La Súper Estación de Servicio Paris Giannini”. En ese cruce de calles –Dardo Rocha y Zapiola- ya no existe la estación. Todo indica que estaba en lo que hoy es la biblioteca municipal y estación terminal de ómnibus.

Impresionantes los edificios de las sociedades Francesa, Italiana y Española. Al fondo del Boulevard uno se choca con un gran Cristo crucificado (Igualito al que está en Rojas) y la estación de trenes que se conserva como puede.  

Saliendo de la ciudad pasé por el balneario municipal inaugurado en 1940 y lo que queda del viejo Molino Arrecifes que funcionaba gracias a una turbina que se movía por acción del agua que era desviada del río por un canal que aún se deje ver.

Balneario municipal. Imponente. Es de 1940 y su estilo arquitectónico lo delata.

Señales en la entrada de Arrecifes tras cruzar el puente sobre el río homónimo.
Reverso del plano del Touring Club y la guía de Arrecifes (Antes Bartolomé Mitre).

Boulevard Dardo Rocha. Salvo por algunas construcciones recientes y el asfalto parece lucir igual que en los años 30.

Bebedero.

La placa que señala el Boulevard es original. Hoy la avenida se llama Carlos Merlasinno.

Sede de la Sociedad Española de Socorros Mutuos.

Pegado a la sociedad española el hermoso edificio de la Sociedad Francesa.

Detalle de la fachada de la sociedad francesa. Se nota la cuidada instalación eléctrica para decorar la fachada en las noches. Hoy solo sobreviven los portalámparas. 

Todo indica que aquí funcionó la Estación de servicio que da cuenta el plano del Touring Club. En el predio hoy funciona la biblioteca municipal y la estación de ómnibus.

Andén de la estación y mi bici.

Cartel enlozado.

Cabín de señales y cambios.


Otra vista de la estación y detrás enormes silos hoy divorciados de los ferrocarriles.

Centro vasco.

Sociedad Italiana.

Sala Regina de la Sociedad Italiana.

Iglesia.

Puente sobre el río Arrecifes. Al fondo se ve un conjunto de trampolines para zambullirse.  

Siguiendo un caminito que cruza un canal y se interna en el parque que está al margen del río te encontras con el edificio de lo que fue el Molino Arrecifes.

Molino.

Canal que facilitaba el paso del agua del río que alimentaba la turbina del viejo molino.
Lamentablemente, por falta de tiempo no pude seguir para el lado de Todd y Viña, así que tomé la decisión de volver al punto de partida pero por caminos rurales que también figuran en el plano de los años 30 del siglo pasado.

Esos caminos rurales me hicieron internar en lo profundo del partido de Arrecifes e incluso ingresar al lindero Salto.

Caminos solitarios, invadidos por pasto, poca señalización. Di con otros ingresos a la estancia El Comntador, una gruta de la virgen de Lourdes en un cruce y finalmente llegué al Paraje San Francisco. En el plano se señala “Alm. San Francisco” y una estancia homónima. Están las dos cosas. 

El paraje tiene unas pocas construcciones, y una escuela –la 26 Martín de Guemes- que fue inaugurada en 1928. Frente al edificio en el que debió funcionar el almacén hay un monolito metálico con una curiosa placa en la que se lee: “AÑO 1926 SE FUNDA EL PARAJE COMERCIAL, RECREATIVO, CULTURAL “SAN FRANCISCO” FUERON SUS PIONEROS LOS SRES. LORENZO HNOS”. La placa fue colocada por ex alumnos de la escuela Nº26.

Dejé atrás el paraje y le di a todo pedal hasta el cruce con un viejo camino de tierra que llega hasta Salto. En la intersección di con un punto de geodesia y algunos viejos carteles de Vialidad Provincial. Uno de ellos anunciaba a dos kilómetros el paraje “El Haras”. Hice como cinco km y nada, solo la entrada a una estancia que figuraba en la la carta: Santa Elena.

Detalle del recorrido por caminos rurales y las referencias encontradas.

Otra de las entradas a la estancia El Contador.

Gruta.

Monolito conmemoración 50 aniversario de la creación del Paraje San Francisco.

Paraje San Francisco.

Escuela 26 "Martín de Guemes" en el Paraje San Francisco.


Parar a comer algo y este regalo de la naturaleza.

Camino a Salto.

Detalle del último segmento de caminos rurales recorridos. Tramo entre Paraje San Francisco y La Luisa.

Cuidando su nido.

Punto de geodesia del IGM.

Capilla.

Portal estancia La Luisa.
Con viento en contra –mucho- encaré para la Luisa. Pasé por  la puerta de entrada de la estancia “La Luisa”, crucé la ruta 51 y poco después de cruzar el paraje Arroyo de Luna llegué nuevamente a la Estación La Luisa.

Fueron en total 95 km de pedaleo en poco más de seis horas.

Espero poder seguir con este proyecto y llegar a Rosario. Cada vez me alejo más de mi Buenos Aires y se hace complicado, pero al mismo tiempo aparecen nuevos puntos, más historias y eso empuja a la concreción de lo planeado.

Será hasta pronto entonces.

Jorge.

Para conocer más de la historia de Capitán Sarmiento: https://capitansarmiento.wordpress.com/

Un buen sitio sobre el río Arrecifes, su historia y leyenda: http://turismoarrecifes.galeon.com/ARRECIFES/rioarrecifes/masrioARRECIFES.htm

Por si les interesa conocer el destino actual de la Estancia El Paraíso y parte de su historia: http://www.haraselparaisoargentina.com/