domingo, 29 de mayo de 2011

UN PASEO POR TRENQUE LAUQUEN. LA ZANJA DE ALSINA.

Muestra permanente de murales de Rodolfo Campodónico
Cartel que anuncia el paso de la Zanja de Alsina sobre la Ruta Nacional 5
Típica estampa de una estación del FCO. La Zanja.
Viejo vagón, o lo que queda de él, en la Estación La Zanja
Curioso tanque de agua en una casa de Trenque Lauquen.

Tantas veces que fui a Trenque Lauquen pero nunca llevé la bicicleta. Esta vez no perdí oportunidad y tras cumlir con las obligaciones en la facultad armé todo y me fui a recorrer algunos caminos de la zona, característicos por la presencia ineludible de arena.
Es que Trenque Lauquen - voz mapuche que se traduce como Laguna Redonda-, ciudad que se encuentra en la encrucijada de las rutas nacionales 33 y 5, hasta hace unos años era tierra árida, con médanos vivos que aún se asoman en algunas partes. El cambio climático y las inusuales inundaciones del 2001 han incorporado las tierras a la "pampa húmeda".
Un pasado que se puede descubrir en esas tierras que arrancan muchísimo antes de la idea de un país llamado Argentina. Zona del Ferrocarril Oeste que llega con su vía principal para terminar en Toay - La Pampa.
Algún día voy a recorrer la ciudad con la bicicleta para obtener fotos de un montón de lugares y rincones que no tienen desperdicio. Esta vez me limité a salir en búsqueda de la llamada "Zanja de Alsina" y la estación de trenes a la que -por asentarse en la misma zona- se la bautizó como "La Zanja".
La idea de Adolfo Alsina, ministro de Guerra del Presidente Avellaneda, mandó a cavar a pala la afamada zanja, de tres metros de ancho y dos de profundidad, con un terraplén y cada tanto el asiento de fortines y mangrullos. Esa extraña cicatriz se extiende como un gran arco desde Chasicó en la Provincia de Buenos Aires hasta el norte de la provincia de La Pampa.
La zanja -no fue la única en el país- no fue de mucha utilidad pero servía para demorar el tránsito de ganado y enseres arrebatados por los malones. De poco sirvió para marcar la cancha ya que luego Roca y otros conquistadores siguieron avanzando y el uso del Remington, el alcohol y las enfermedades hicieron el resto.
Salí de Trenque Lauquen hacia el Oeste, pasé por la impresionante planta de Cargill, crucé la ruta 33 y me interné en la tierra. Por suerte había llovido y estaba asentado el terreno. Debe ser terrible cuando esta seco. Hacía mucho frío, estaba gris y el viento soplaba fuerte. Mucho bicho, cuises, mulitas, pájaros varios, teros y perdices.
Por un camino paralelo a las vías llegué a La Zanja. Importante estación en su momento ya que de allí partían desvíos a Carhue y Gonzalez Moreno. La estación esta bien conservada. No están los nomencladores y se encuentra totalmente ocupado el rectángulo de la estación.
Una linda escuela frente a la estación con una imágen de la virgen de Schoenstatt y un mangrullo levantado por los chicos que asisten al colegio. Tres de ellos estaban por ahí jugando con una única bicicleta con la que me desafiaron a una carrera que dejé me ganen.
Se hacía de noche -había arrancado a las 15,30 hs- y tomé otro camino para volver a Trenque Lauquen, muy agreste, con mucho pasto pero por lo menos no se veía tanta arena. Así llegué hasta la Escuela N°37 Adolfo Alsina -con palenque incluido- y luego a la Escuela Agraria Treinta de Agosto y luego busqué otro camino de tierra que me llevase de allí hasta la ciudad sin tocar las peligrosas rutas asfaltadas. El mapa del GPS estaba mal y no existían los caminos que señalaba. Tuve que volver por una senda que bordea la Ruta 5 y por la que parecen transitar tractores y vehículos rurales que no pueden ir a su velocidad por la mencionada ruta que a esa altura corre por encima de un terraplén.
Felizmente llegué a un camino de tierra en el que se instaló un monolito que recuerda el paso por ese lugar de la zanja de Alsina, "Frontera de la Civilización" y que hoy comparte protagonismo con un santuario del Gauchito Gil.
Me llamó la atención de la cantidad de gatos -domésticos- que vi en medio del campo. Se ve que se han desarrollado en ese medio rural. Vi al menos unos ocho durante todo el recorrido y siempre lejos de casas o construcciones rurales.
Ya era de noche cuando entré a Trenque Lauquen, pasé por La Pataca y sin escalas a Buenos Aires.
Jorge
Sitio de la Municipalidad de Trenque Lauquen: http://www.trenquelauquen.gov.ar/