lunes, 20 de julio de 2009

CAÑUELAS – ABBOTT – URIBELARREA

Estacion Uribelarrea

Restaurante en Uribe

Viejo camión de soda

Estación Abbott

Recorrido en el Google Earth

El sábado 18 de julio empezó con un panorama climático de terror para internarse en bicicleta por caminos de tierra. Además del frío típico de ésta época del año, llovía fino pero llovía al fin.

Nos encontramos el que escribe, Marcelo, Jackie, Elsa, Ana y Omar en la estación Cañuelas del FFCC Roca y pasadas las 10.00 hs partimos en dirección sur hacia la localidad de Abbott -Partido de Monte- a través del camino de tierra que corre paralelo entre la Ruta Nacional N°3 y las vías del ya mencionado ferrocarril.

A los pocos kilómetros la tranquila senda se acopla al trazado de la ruta 3 –que en ese tramo es autopista- lo que nos obligó a transitar unos quinientos metros por la banquina de la autovía y pasar al lado de la estación de peaje.

Internándonos nuevamente en la tierra tuvimos que hacer poco menos de 20 km hasta llegar a la localidad de Abbott. El tramo fue duro ya que teníamos viento cruzado y en algunos tramos una persistente llovizna. En toda esa zona es fuerte la producción de ganado, de hecho nos cruzamos con varias tropillas sobre el camino, lugar a donde los dueños de los bichos los llevan a pastar aprovechando las hierbas que crecen –gratis- en la banquina.

Llegamos a Abbott pasadas las 12.30 hs. y nos dirigimos a la estación de trenes que se encuentra en perfecto estado. Si bien ya no pasan trenes de pasajeros la vía –explotada por la empresa Ferrosur Roca- se encuentra muy activa por la cantidad de formaciones de carga que van y vienen de la zona de canteras de Azul – Olavarría.

Abbott, por cierto, es un pueblo “taurino” muy lindo que fue fundado formalmente el 1º de mayo de 1892 (aunque los primeros asentamientos en la zona se remontan hacia el 1800). Visitamos la iglesia, y divisamos las instalaciones de una vieja almacén (“El Cañon”) y una cancha de pelota paleta –estructura deportiva presente en muchos pueblos de la provincia- que aún se utiliza. Saliendo del pueblo por un pintoresco y angosto pasaje que cruza por medio de las casas pasamos por el Abbot Lawn Tennis Club, club en la que se podría filmar una película sobre los orígenes del deporte blanco sin recurrir a escenografías de época.

Ya sin llovizna y con viento a favor en algunos tramos partimos para el pueblo de Uribelarrea –más conocido como “Uribe” por sus pobladores, amigos y asiduos visitantes­-. Rodando poco más de 20 kms llegamos al acceso de la Estancia “La Figura” y tomamos al acceso “asfaltado” a “Uribe”. Pasamos esquivando pozos por la Escuela Agrotécnica Salesiana Don Bosco en la que compré quesos, salames y dulce de leche. Ya dentro del ejido del pueblo paramos a comer en La Uribeña, local en el que hacen cerveza artesanal y en la que nos sirvieron generosa picada y exquisitos sorrentinos con estofado.

Al salir de Uribe, tras pedalear unos metros sobre las vías (ramal Cañuelas - Lobos del FCS o Roca), pasamos por el tambo caprino "Valle de Goñi" en donde compartimos una merienda espectacular con los chicos del grupo de cicloturismo Horizontes. Allí también pudimos ver cómo se es el proceso de ordeñe de las cabras y disfrutar los subproductos de la leche caprina (quesos y dulce de leche).

Se nos estaba haciendo de noche y por lo tanto salimos raudos para Cañuelas por un camino que corre en paralelo a la Ruta 205. Fueron casi 15 km rodados bajo una copiosa llovizna y una oscuridad total que nos obligó a utilizar las luces delanteras pese a lo cual no pudimos evitar comernos algunos pozos llenos de barro.

Mi GPS marcó un recorrido total de poco más de 80 km cuando llegamos a la estación Cañuelas lugar en el que dimos por cerrada una salida espectacular que espero podamos repetir otra vez.

Jorge


domingo, 12 de julio de 2009

BARTOLOMÉ BAVIO – ROBERTO PAYRÓ – HIPÓLITO VIEYTES

El cheff Marcelo cortando el chorizo

Arroyo entre Bavio y Payró

Estación Vieytes

Cartel de la estación

Estación Payró

Recorrido en google earth

De esta salida, caracterizada por el frío intenso y el viento en contra que nos robó más de un lagrimón, participamos quien escribe, Marcelo, el Tío Alberto y Jackie.
Salimos bien temprano por la mañana del sábado 11 de julio para el pueblo de Bartolomé Bavio, Partido de Magdalena. Allí paramos en la quinta del tío de Marcelo quien nos recibieron muy bien. Tas haber armado las bicis y tomado unos mates salimos hacia el sur, bordeando las vías desactivadas del ramal La Plata – Las Pipinas, con viento a favor y todos contentos.

El camino que agarramos, al igual que todos los de la zona, permite pedalear a muy buena velocidad gracias a que están bien asentados y con gran contenido de conchilla, lo que hace que la circulación sea lo más parecida a hacerla sobre el asfalto.

Al poco de salir de Bavio, en sentido al sudeste divisamos un cabín de señales y los restos de una construcción ferroviaria, allí se encuentra el desvío de las vías que iban hacia Magdalena y Atalaya, ramal también desactivado para variar.

Seguimos en paralelo a la vía principal y tras haber recorrido 11 kms aproximadamente desde Bavio llegamos a la estación Roberto Payró. El pueblo es muy tranquilo y se encuentra detenido en el tiempo. Lo recorrimos un poco pero apuramos la partida para escapar del intenso frío.

Siempre pedaleando en paralelo a las vías del ramal a Las Pipinas llegamos finalmente al pueblo de Hipólito Vieytes. Se trata de una localidad muy pintoresca perteneciente al partido de Magdalena que fue fundada el 23 de diciembre de 1892. Seguramente el día de la inauguración
no hacía el frío que reinaba a las 12.00 hs de ese 11 de julio de 2009. Pese a la contrariedad climática buscamos un lugar en los viejos terrenos ferroviarios para comer. Había varias mesitas con sombrillas de paja –innecesarias en semejante clima que invita a convocar todo el sol posible- en las que nos sentamos a comer los espectaculares chorizos secos y salamines que nos regaló el tío de Marcelo. Complementados con pan de la zona y queso disfrutamos de un almuerzo sencillo pero espectacular.

Tras recorrer el pueblo y sus muy bien cuidados edificios (se destaca la estación de trenes –que está ocupada- y los viejos edificios levantados a la vera de la parada de tren) partimos por la Ruta 20 (camino que une Magdalena con Chascomús) con sentido al Río de la Plata.

Tras cruzarnos con un grupo de ciclistas giramos hacia el norte agarrando un camino muy lindo, angosto, cruzado por arroyos pero con muchísimo viento en contra. Los intensos vientos parecen ser una característica siempre presente en esa zona bonaerense, quizás por efecto de la cercanía al gran Río de la Plata.

La vuelta con semejante viento en contra fue demencial pero gracias al aporte energético de los chorizos secos y salamines llegamos a Bavio en buena forma, moqueando y congelados, pero contentos.

Cerramos la tarde como debe ser: facturas, cremona y mates. Pegamos la vuelta a Buenos Aires con un presente de la familia de Marcelo, ideal para estos días de gripe y pestes: kiwis. Asimismo compramos dulce de leche Vacalin, que se elabora en la planta industrial de Bavio y que se recomienda.
El recorrido total fue de 69 kilómetros.
Jorge
Link a Picasa con las fotos de la salida:
http://picasaweb.google.com/jorgelusona/BAVIOVIEYTES