lunes, 28 de noviembre de 2011

TRAS LOS RASTROS DEL FFCC MIDLAND Y LOS RAMALES DEL FCO. SUIPACHA - SAN SEBASTIAN - LA RICA - GOROSTIAGA - ROMAN BAEZ. TOMAS JOFRE A GONZALEZ RISOS Y APEADERO KM 79.



DIA 1: Suipacha - San Sebastián - La Rica - Gorostiaga y Román Baez.

Me acomodé en Suipacha con la finalidad de arrancar con un recorrido por distintos pueblos  de los alrededores, la mayoría de ellos en el partido vecino de Chivilcoy. 
Suipacha es una reconocida zona lechera y eso se nota en la calle y en los caminos rurales por el incesante paso de camiones lecheros que mantienen activa una importante industria que pelea mano a mano con las grandes empresas del sector.
 Puente sobre Arroyo Las Saladas
 Viejo cartel
Fábrica Láctea "Silvia" y su reserva de leña para hacer funcionar sus máquinas

Saliendo de la Ciudad de Suipacha y cruzando la RN 5, tomando un viejo camino de tierra encaré para San Sebastián. Tan viejo que me encontré con un clásico cartel que quien sabe hace cuántos años está allí señalando el sentido hacia Suipacha y 25 de Mayo (PARA SABER MÁS DE LOS CARTELES LLAMADOS "SEÑALES DE COQUET" ver el interesatísimo blod "Rumbo al Sud": http://www.rumboalsud.com.ar/10.htm y http://www.rumboalsud.com.ar/12.htm ).

En el camino me crucé con varios camiones de leche que iban a la vieja fábrica de leche de Lacteos Silvia (Ver: http://lalocomotoradeloeste.blogia.com/2010/121601-lacteos-silvia-la-fabrica-que-le-dio-vida-a-san-sebastian.php ). Antes de llegar a San Sebastián vi una columna de humo y luego descubrí que la fábrica de leche hace funcionar sus maquinas quemando leña, producción a la vieja usanza. Muy lindo el pueblo de San Sebastión, su estación con el sello del Midland y viejos edificios.
El camino que luego tomé con destino a La Rica fue terrible por el polvo y el calor infernal. La senda acompaña la traza del FFCC que todavía conserva alcantarillas y se va elevando en llamativo terraplén hasta cruzar las vías del FCO - Ramal Gorostiaga - Anderson.
De hecho en La Rica conviven dos estaciones: la del FCO y el Midland. Del Midland no queda nada, hoy el cuadro de la estación esta afectado a uso público y la estación del FCO esta destinada a uso de un particular, en muy buen estado de conservación.

En La Rica pude almorzar gracias a la buena voluntad del almacenero que me abrió las puertas del negocio pese a que ya había cerrado hace un buen rato.
 Foto panorámica de San Sebastián
 Estación San Sebastián
Buena visibilidad desde la bici.

Luego llegué -soportando mucho calor y polvo- a Gorostiaga. Un lindo pueblo con una estación preciosa que esta rodeada por un parque muy lindo y que invita al descanso. En la hora que estuve allí tirado vi llegar varias tandas de ciclistas que vienen en plan de entrenamiento desde Chivilcoy.
Todos los ciclistas llegaban muertos de calor. Y la pregunta era: dónde comprar bebida. A las 15 hs estaba todo cerrado. Una señora -en la puerta de su kiosco momentaneamente "cerrado"- que barría la vereda "no supo" decirme dónde conseguir bebida. No sea cosa de que se beneficie la competencia. Mala onda. Conseguí una botella de pomelo en una parrilla sobre la RN 5. La puse bien visible sobre el manillar y pasé por frente de la señora quiosquera silvando alegremente.

 Estación Gorostiaga

Como tenía resto y había aflojado el calor fui a la búsqueda de la Estación Román Baez (Ramal del FCO entre Suipacha - Bayauca). Román Baez tiene todo: capilla, cancha de pelota paleta, fábrica de leche, estación ferroviaria, bar y colegio. Lo que no tiene es gente que use todo eso. Salvo el colegio todo lo demás esta desactivado. Una verdadera pena. 
Muy buena onda con la persona que habita en la Estación pero se hacía de noche y debía volver a Suipacha. Retomé a la Ciudad entrando por un camino de tierra que tenía un viejo puente que para que no sea usado por camiones la municipalidad parece tuvo la buena idea de tirarlo abajo. La destrucción como solución final.
 Cancha de pelota paleta en Román Báez

Un vuelta muy interesante, visitando hermosos lugares, disfrutando de la abundante fauna pampeana (pájaros, liebres, cuises, patos) que totalizó 110 km.

DIA 2: Uniendo el CGBA y el Midland. Tomás Jofré a Gonzalez Risos y Apeadero KM 79.

Se ha escrito mucho de la guerra entre dos empresas ferroviarias que tenían en común su trocha angosta:  la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (CGBA)  y el FFCC Midland. Es que iban en paralelo a muy poca distancia una de otra. El Midlan arrancaba en la Provincia de Buenos Aires, al ladito de la Capital, en Puente Alsina y de allí al lejano Oeste. Hoy casi nada queda de él, salvo el tramo que va desde Puente Alsina a la Estación  Marinos del Crucero General Belgrano (Para saber más: http://es.wikipedia.org/wiki/Ferrocarril_Midland_de_Buenos_Aires ).
 Llamas en Mercedes
Estación González Risos

Desde Tomás Jofré y sabiendo que debía estar de vuelta al mediodía para almorzar con unos amigos partí hacia la Estación González Risos del FFCC Midland. Una serie de caminos conectan a Jofré y G. Risos. Es una zona muy inhóspita, no hay dónde reponer agua ni conseguir comida. 
Hacía calor y fui con viento -muy fuerte- a favor lo que me permitió llegar a la Estación González Risos (Partido de Las Heras) que esta muy bien cuidada. No se puede acceder ya que esta alambrada y aparentemente ocupada. Frente a la estación hay una escuela rural que parece estar activa.
Desde Risos tomé un camino que cruza la Ruta 47 y que sigue por lo que fue la traza ferroviaria en búsqueda del Apeadero KM 79, del que nada queda, ni los restos, bueno, al menos no los vi yo.
La vuelta fue terrible ya que el viento era realmente muy fuerte, que al menos aplacaba el calor.  Los caminos al ser poco transitados estan cubiertos de pasto y la rodada sobre él te saca piernas como la arena.
La recompensa por el esfuerzo: un rico almuerzo de pastas y picada con unos muy buenos amigos en Silvano, restaurante pionero de Tomás Jofré.
Este día fueron 64 kms con la bicicleta, varios litros de bebida y unos cuantos gramos de fiambre, ravioles con estofado y postre.
Jorge

Link para más fotos: 

https://picasaweb.google.com/104851215607600944369/SUIPACHASANSEBASTIANLARICAGOROSTIAGAROMANBAEZTOMASJOFREGONZALEZRISOS

viernes, 11 de noviembre de 2011

DESTINO CHASCOMUS. RAMALEANDO POR LA VIA A MAR DEL PLATA Y EL EXTRAÑO RAMAL DE LA PLATA A LEZAMA. EST. ADELA, MONASTERIO, PESSAGNO Y LIBRES DEL SUD

Un pedacito de Mar Caribe en la pampa? Un cenote hacia el mar? Impresionante tanque australiano.
Monumental estación Libres del Sud en medio de la nada.
Por acá pasaba el tren, de hecho lo que se ve es una vieja alcantarilla cubierta por durmientes
Postal pampeana
Casa La Querencia en el Paraje Monasterio

Temprano por la mañana y tras desayunar en el parador Atalaya de la Laguna de Chascomús, si el de las clásicas medialunas, partimos bordeando la costanera, visitamos la estatua de bronce del Presidente Raúl Alfonsín del escultor Luciano Garbati (http://www.youtube.com/watch?v=NYgfb_Cci6w), pasamos por los distintos balnearios y clubes de pesca y llegamos a la Autovía 2. ¿El viento? En contra por los siguiente 65 km, ¡adelante!.
Tomamos la autovía circulando por la banquina a paso firme cuidándonos de mantenernos lejos de los autos que pasaban cagando.
Pasamos la laguna Chis Chis, cruzamos la autopista y entramos al hermoso pueblo de Adela. El pueblo tiene su pulpería histórica y tan solo una calle alfombrada de cesped que te lleva a la Estación. Allí fuimos amablemente atendidos por el auxiliar de la estación quien nos mostró cómo funciona el sistema de señales y particularmente el sistema de Palo Staff. Pero no fue cualquier explicación: justo venía una formación Talgo desde Constitución en pocos minutos y pudimos ver el intercambio del aro con el famoso "palo". Fue una experiencia genial. Ser atendidos de ese modo y ver pasar la formación Talgo IV con la GM319 a la cabeza es más de lo que un amante de los trenes puede esperar.
Volvimos a la ruta 2, y esquivando en la banquina innumerables restos de correas y restos de gomas que habrán emputecido el viaje a ilusionados vacacionantes, llegamos al paraje Monasterio.
Hace muchos años la vieja ruta 2 pasaba por lo que hoy es la única calle del paraje Monasterio. Es hermoso ese lugar, su almacén y el restaurante La Querencia con su clásica cancha de paleta. Un lugar con mucha vibra en la que nos abastecimos bien para encarar el resto del viaje. Visitamos el salón de la sociedad de fomento y la capilla de San Martín de Porres.
Salimos hacia el Este, destino Estación Atilio Pessagno. Impresionante camino rural, con muchas lagunas y miles de bichos: culebras, mulitas, pájaros de todos los colores, además de vacas, caballos y ovejas. Divisamos también varios puntos de geodesia del ex IGM, mi nuevo fetiche en las salidas rurales.
Atilio Pessagno no es un pueblo, es solo es la estación y un enorme portal que señala el ingreso a la Estancia San Roque, cuyo dueño era, justamente, el mencionado Atilio quien donó las tierras para que se levante la parada ferrroviaria.
Almorzamos unos sánguches de mortadela a la sombra de unos añosos eucaliptos y con todas las pilas nos subimos al terraplén donde alguna vez se asentaron las vías y que hoy sirve de improvisado camino hacia el próximo punto: Estación Libres del Sud.
La senda sobre el terraplén te hace correr a mil, es de conchilla, cruza algunas arboledas -verdaderos aires acondicionados naturales- y te permite tener una visión inugualable del paisaje. Pasamos por un dique o defensa de uno de los tantos canales (¿el 18?) del sistema del Salado y divisamos la enorma arboleda que cubre a la increíble estación Libres del Sud.
Ves la estación y no la podes creer. Un edificio impresionante para nadie. Casi no hay pueblo. Pocas estaciones del área metropolitana tienen semejante edificio. Dentro del cuadro de la estación hay precarias construcciones de chapa (ex vagones) y algunas de material que sirvieron de vivienda a trabajadores ferroviarios, hoy todo muy abandonado y librado al azar.
El nombre de la estación recuerda a los revolucionarios del grupo llamado “los Libres del Sur”, que habían insurreccionado contra Rosas en Chascomús librándose una batalla el 07 de noviembre de 1839 (http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Chascom%C3%BAs).
A partir de Libres del Sud todo fue un paseo hasta Chascomús gracias al intenso viento a favor. Paramos a pegarnos un chapuzón en un tanque australiano y re frescos completamos un total de 100 km. Cerramos la jornada con unos buenos mates de cara a un impresionante atarceder que nos regaló el sol en sociedad con su amiga la laguna.
Gracias Norberto, Black y Tano por la salida!
Jorge
Link con fotos de la salida:

DESTINO CHASCOMÚS (DIA 1).

Formación Talgo IV Virgen del Pilar en el playón perteneciente a Talleres EMEPA
Monumento a Raúl Alfonsín, hijo ilustre de Chascomús
Edificio Municipal. Obra de Francisco Salamone.
Hermosa capilla de los Negros.
Esperando una ilusión en la inconclusa estación ferroautomotora

Se dice que los problemas, los fracasos, las crisis entre otros contratiempos son la puerta a lindas oportunidades. Me invitaron los amigos de las Aguilas del Sur a un pretendido encuentro de cicloturismo organizado por alguien de Chascomús y ese concilio nunca se dió o todo fue un desastre, no se. Gracias a que se frustró el encuentro, hicimos la nuestra y todo salió 10 puntos.
El sábado llegamos temprano en la mañana a la Ciudad de Chascomús y tras acomodarnos salimos a la búsqueda de los anfitriones -ausentes sin aviso, re fantasmas-. Felizmente nos encontramos con el grupo "Cicloturismo Calzada", con quienes recorrimos la Ciudad y nos tiramos el lance de ir hasta la Estación Libres del Sud, lo que no se pudo concretar ya que era tarde y la distancia hacia ese destino era mayor a la esperada.
Aprovechamos y estuvimos en la vieja estación ferroviaria (que al igual que la de Dolores tiene ese andén curvo que la hace tan pero tan linda!!!), las ruinas del "Castillo de la Amistad", la Costanera, la Capilla de los Negros (un lugar precioso y con muy buena energía), el reloj de los Italianos, la plaza principal y el casco histórico de la Ciudad. Llamativo el edificio municipal, de estilo neocolonial, llamativo por lo bonito y por el hecho de que la obra es del afamado arquitecto Francisco Salamone, el arquitecto de las pampas.
También fuimos a ver la estación ferroautomotora -nunca inaugurada para el servicio de trenes- ya que nunca terminaron la "variante Chascomus", plan piola y muy muy simple de hacer pasar las vías del FFCC por afuera de la ciudad y evitar congestiones y accidentes (Interesante carta de lectores al diario La Nación escrita por Raúl Alfonsín en la que habla de la inconclusa estación http://www.lanacion.com.ar/568467-cartas-de-lectores). Asimismo descubrimos trabajos recientes que dan cuenta de que sobre la traza proyectada se tiraron unas vías que hoy son el acceso ferroviario a los talleres de EMEPA (http://www.emepa-sa.com.ar/site/index.php) en la que estan acondicionando las formaciones estrella de los caminos de fierro a Mar del Plata: los trenes Talgo IV.
A la noche cenamos abundantemente y decidimos qué hacer al día siguiente y mal no nos fue.
Jorge

Link a fotos del día 1: