domingo, 31 de octubre de 2010

CHACABUCO - O'BRIEN - SAN EMILIO - LOS TOLDOS - ZAVALIA - MORSE - IRALA CON LOS MEGABIKERS!!!

Chacra de la comunidad mapuche con el estandarte que los distingue. Cerca de Los Toldos.
Típica campana suministrada por la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires.
El grupo completo con los amigos de Los Toldos en la Escuela Olegario Andrade.
Las sombras proyectadas desde la ruta. Volviendo a Los Toldos.
Mapa con el recorrido y los lugares visitados. Como referencia se pueden ver las ciudades de Junin, Bragado y Alberti.
Cuando Ale Pol propuso una nueva salida con alforjas no lo dude un instante ya que el grupo Megabikers tiene muy buena onda y siempre es gratificante salir juntos. Además el recorrido propuesto -que tocaba algunos lugares que ya había visitado (ver http://biketripargentina.blogspot.com/2009/06/bragado-gral-obrien-san-emilio-los.html ) era muy tentador.
Fue así que nos encontramos bien temprano un sábado de octubre en la Ciudad de Chacabuco, ciudad enorme y pujante. Desde la lindísima plaza principal partimos hacia el sud oeste pasando por el cementerio de la ciudad con sus enormes paredones por si se escapan los muertos.
Al toque cuando le dijimos adios al asfalto descubrimos lo que sería nuestra compañía a lo largo del viaje: la arena, si, la arena, esa arena tan propia de la zona que hace que te partas las piernas para avanzar. Por suerte teníamos un lindo viento a favor que nos ayudó a superar sin inconvenientes el primer tramo sin paradas hasta la localidad de O'Brien.
Tras atravezar el Río Salado, llegamos a O'Brien fuimos atendidos por la gente del museo que se asienta en la Estación de lo que fuera el FCO. La onda de la gente fue genial. Improvisamos un almuerzo en la plaza, donde al igual que en otras partes del pueblo los árboles fueron bautizados por la gente con nombres tales como “El Solitario” -enorme eucalipto a la entrada del pueblo- y “Los gemelos” para dos cipreses añosos.
Hasta O'Brien se acercaron los amigos del grupo toldense “Ciclo Aventura” de Lisandro Coliqueo, quienes nos acompañaron hasta la próxima parada en San Emilio y luego hasta Los Toldos. Qué buena onda el grupo de Coliqueo, realmente copados por la compañía y el aguante que le hizo a muchos compañeros que venían cansados por el inevitable desgaste físico producto de arena.
En San Emilio visitamos el museo que al igual que en O'Brien se asienta en la Estación. DE San Emilio a Los Toldos solo fue un rato pero los casi 80 km acumulados se hicieron sentir.
En Los Toldos todo fue una fiesta. La pasamos muy pero muy bien.
El domingo, tras desayunar, nos fuimos de recorrida por la inagotable localidad de Los Toldos que ofrece lugares que no solo gratifican la vista sino el espítitu. Visitamos la casa natal de Evita, y previa escala en la hermosa casa de Lisandro, iniciamos un hermoso recorrido por la zona que se conoce como “La Tribu” por que es asiento de la comunidad mapuche toldense. Nos contó Lisandro que fue Mitre quien le entregó al Cacique Coliqueo miles de hectareas como retibución por los servicios prestado en la protección de la mal llamada frontera que separó a la mal llamada civilización de los pueblos originarios. Hoy es una zona que ofrece al que la visita un interesantísmo acervo cultural. Llama la atención la cantidad de escuelas rurales que se han levantado en otros tiempos y que hoy siguen funcionando pese al éxodo que ha sufrido el entorno rural.
El recorrido fue espectacular. Por caminos angostos y sinuosos, atravezando médanos, y tras pasar por varias chacras en las que se hacía flamear la bandera del pueblo mapuche, llegamos al Centro energético La Olla. Impresionante formación topográfica, un verdadero “crater” formado por el asentamiento de médanos otrora vivos que reinaban en la zona hace muchos años atrás. Haciéndome el piola me mandé a la olla con la bici lo que me sirvió para descubriri que pese a la energía del lugar no es sencillo salir de ella pedaleando y que estaba lleno de rosetas que terminaron adheridas a las cubiertas. En la olla -con el debido respeto- improvisamos una danza ritual que nos hizo cagar de risa (Ver video de Dario: www.youtube.com/watch?v=h-HqWNYvAj8 )Con un hambre indescriptible y cansado de tanto pedaleo, pero con el espíritu por las nubes llegamos a la Escuela Rural N°18 “Olegario Andrade” donde la mestra y su cocinera nos recibieron con empanadas, choripanes y variedad de bebidas. Fue un momento genial todos sentados en el comedor del colegio comiendo y riendo. De postre pintaron unas tortitas negras y café. La escuelita esta espectacular y la disfrutan los actuales estudiantes -solo cinco- y lo harán todos los que vendrán en el futuro.
Pasamos luego por la fábrica de quesos “El Holandes” y por el Monasterio Benedictino para llegar a Los Toldos cuando la noche estaba ganando la jornada.
Al día siguiente -con pesar- emprendimos la vuelta a Chacabuco. Salimos de Los Toldos con un notable viento en contra -que nos acompañaría hasta el final- pero con el apoyo y compañía de la gente de Lisandro.
Fue sufrido el pedaleo, pero llegamos al pueblo de Zavalía -pueblo que se asienta en el ramal del FCO que va de Suipacha a Bayauca- ayudándonos entre todos y gracias al energizante más efectivo: la buena onda del grupo.
Con el viento golpeándonos la cara llegamos al pueblo de Morse, que se asienta en el partido de Junin. “Cuna de cosecheros” reza el cartel de la entrada y así parece ser. En su ejido pudsimos ver que tiene un museo a cielo abierto con gran cantidad de maquinaria agrícola usada en los tiempos en los que no existían los motores ni el GPS. Almorzamos en la plaza, visitamos la estación y viajando en paralelo al ramal Chacabuco – Germania del BAP, llegamos al siguiente punto: Irala. Un pueblo hermosísimo y un verdadero oasis después de lo que nos hizo tributar el durísimo camino.
Siguiendo las vías del BAP llegamos a la abadonada estación Villafañe -rodeada de vegetación, casi impenetrable- y luego por la estación Coliqueo, ya cerca de destino.
Espectaculares tres días con los Mega, la gente de Los Toldos y Chacabuco y dos compañeros que no nos abandonaron: el viento y la arena.
Jorge

NOS FUIMOS AL SUR! FLORENCIO VARELA A LA VISTA.

Capilla típica de la orden Schoenttat. A la derecha la estatua en tamaño natural del Padre José Kentenich.
Edificio principal del Instituto Biológico Argentino - Biol.
Estancia Santo Domingo ganada por el abandono -evitable- y la naturaleza -implacable-. El viento fuerte y el día gris le daba un toque fantasmagórico con las puertas ý ventanas que se abrían solas y golpeaban los marcos con fuerza.
Rancho en el que nació Guillermo Hudson. Monumento Histórico. Nótese la bandera a media asta con motivo del duelo por el fallecimiento de nuestro ex presidente Néstor Kirchner.
Los amigos en el vagón devenido en restaurante. Quilmes.

Ale propuso seguir visitando la tan fecunda “Zona Sur” del llamado Conurbano Bonaerense, particularmente el Partido de Florencio Varela, llamado así por el ilustre hombre público, escritor, poeta y periodista.
Fue toda una sorpresa descubrir esa localidad ya que tiene atractivos naturales y culturales enormes y desconocidos para muchas personas que vivimos en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores.
Florencio Varela, para muchos de nosotros, es solo un lugar por el que se pasa rápidamente para ir a La Plata o a la Costa, para los analistas políticos soretes es un lugar que constituye el “Tercer Cordón del Conurbano” en el que “gana-siempre-al-peronismo”, para los cronistas de las secciones “policiales” es un lugar que siempre rinde a la hora de dar cuenta de delitos contra la propiedad, para muchos vecinos de “la Capital” y alrededores, simplemente es un lugar peligroso y al que nunca se visitaría. Y yo, que creía que conocía bastantes cosas del área metropolitana, me di contra la pared al descubrir que en realidad no conozco ni mierda. Al menos de Varela.
Gracias a la salida también descubrí qué lugares son los que ilustran los cartelitos que llevan al frente los 148 que salen furiosos desde Constitución como si la ciudad estuviese a punto de ser bombardeada y se hubiese dado alerta de evacuación inmediata.
Es así que temprano y con la compañía de Las Pelotas, salí de casa y llegué a Constitución donde con Ale, Omar, y Oscar partimos hasta el viejo puente Pueyrredón, pasamos por Avellaneda, Sarandí, Wilde y llegamos al “Triángulo de Bernal” para agarrar “La Calchaquí”, avenida – ruta que tomó identidad propia y comparte podio con otras como “La Gaona” y “La Monteverde”.
El paisaje es el propio del Gran Buenos Aires, muchas cosas truncas pero con señales de recuperación. Descubrimos un interesante restaurante que tiene a dos viejos vagones “Metropolitan Vickers” como alas comedores y pasamos por el predio de Nuestra Señora de Lourdes de Quilmes. Pasamos por los ex laboratorios de YPF –hoy pertenecientes a la Universidad de La Plata- y llegamos al “Cruce Varela” para seguir por la Ruta 36 que tiene un tránsito muy intenso y peligroso para el ciclista.
A la altura de la localidad de Bosques, tomamos a la derecha –pasando por barrios muy humildes - hasta la Av. Hudson, en donde nos internamos en la zona de quintas. Tuvimos oportunidad de descubrir restos de la vieja traza del Ferrocarril Provincial hoy desactivado y ocupados sus terrenos. Por esa vía llegamos a la zona rural de Varela, en donde se asienta el Museo Provincial “Guillermo E. Hudson” por ser ese el lugar donde nació el escritor y naturalista. Hay un hermoso parque en el que se destacan los enormes ombúes. También hay una casa ecológica y una nutrida biblioteca en la que se pueden adquirir las obras del afamado escritor.
A pocos kilómetros de allí –y pasando un enorme santuario destinado al Gauchito Gil- y nos fuimos en búsqueda de la Estancia Santo Domingo –hoy abandonada e intrusada reiteradamente- que fuera un convento construido por los Jesuitas en 1759. La estancia tiene un impresionante edificio estilo inglés y otros edificios anexos entre los que se destacan impresionantes caballerizas. Esta todo roto y abandonado, y sería escenario perfecto para un capítulo entero de la serie “La tierra sin humanos” o para un escenario fílmico de una tierra post nuclear. Por el fuerte viento que hubo en la jornada las puertas y ventanas golpeaban contra los marcos lo que le daba un toque siniestro a la visita.
Al salir de la estancia, nos sorprendió un chaparrón y ni bien paró volvimos a la Ciudad de Varela, en donde visitamos el sitio conocido como “La Colorada” por un viejo almacén del que solo queda un antiguo surtidor de nafta que está en la vereda como “algo más”. Luego pasamos por el “Instituto Biológico Argentino” con un hermoso edificio que corona el predio que fuera fundado en 1908 y que fuera pionero en la elaboración de vacunas y sueros. En los alrededores de la Estación del FFCC Roca hay hermosas casas centenarias y calles con un empedrado –formado por piedras de irregular forma- que no he visto en otras partes de Buenos Aires.
La Av. San Martín es preciosa, un boulevard con añosos árboles y esculturas que conforman un lindo paseo. Frente a la Plaza está el Museo Comunitario en lo que era el viejo edificio de la Municipalidad. Allí no solo nos atendieron muy bien sino que nos regalaron bibliografía con la historia del pueblo. En la misma cuadra esta la Iglesia de San Juan Bautista (Patrono del Partido), templo matriz de Varela y en el que descansan los restos del fundador del pueblo Juan de la Cruz Contreras, en el que se destaca la torre que esta coronada con un llamativo campanario.
Tras comer en una pizzería del centro y clavarnos un helado, visitamos otro lugar sorprendente: el Santuario de Nuevo Schoensttat, el más importante de la orden en la “Provincia” que conforman Argentina, Uruguay y Paraguay. A la típica capilla que distingue a la orden la acompaña una monumental iglesia consagrada al Dios Padre –de ahí las continuas referencias a formas triangulares-, la Casa Provincial, un cementerio, el altar de los peregrinos, un vía crucis y otros edificios, todo distribuido en un parque hermoso que vale la pena visitar.
Para despedirnos de Varela visitamos la Estación Gobernador Monteverde del FFCC Provincial a la que pudimos acceder gracias a la buena onda de la gente del centro tradicionalista “Fortín La Tropilla”.
Como se venía la noche tuvimos que retomar a Buenos Aires, conscientes de que nos íbamos sin conocer otros interesantes lugares que ofrece Florencio Varela.
Fueron unos placenteros y gratificantes 112 km de pedaleo gracias a la buena compañía de los amigos y la suerte de tener una localidad tan interesante y con tantas historias por descubrir, acá nomás, a la vuelta de casa.
Jorge
Link a Picasa por fotos:
http://picasaweb.google.com/jorgelusona/FLORENCIOVARELA?authkey=Gv1sRgCP6hp-KKuL3p6gE
Orden Schoensttat: www.schoenstatt.org.ar
Municipalidad de Florencio Varela: www.florenciovarela.gov.ar/

jueves, 14 de octubre de 2010

PARA AYUDAR REGALA UNA BICICLETA QUE YA NO USAS!

La bicicleta con su nueva dueña!

Diploma de reconocimiento.

Hace un tiempo atrás -y por un aviso en un diario que no compro más pero que estaba en un bar del Centro al que entré por un café- me contacté con Bibiana Ruibal del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural de OSPRERA.
Pedían bicicletas para chicos que asisten a escuelas rurales y que tienen que recorrer largas distancias por el campo para llegar al colegio. Yo tenía una y la regalé sin dudarlo. La gente del Programa se encarga de ir a buscarla a tu casa.
Se sumó el proyecto la bicicletería Nodari quien se encarga de acondicionar las bicis para ser llevadas a mejor destino.
Quienes recorremos el campo sabemos de la importancia que tienen las escuelas rurales. Estan presentes en todos lados, resistiendo, con pocos chicos pero caminando.
En fin, mi bicicleta fue hacia la Escuela Nº722 de la Colonia San José sita en el Departamento Lavalle de la Provincia de Corrientes, se sorteó y la ganó una chica que espero la este disfrutando y ayudando a llegar a tiempo a clases!
Para los que esten interesados hacer click en el link que aparece a la derecha o pegarse una vueltita por Nodari.
Jorge