De nuevo en Alberti por trabajo y mi bici en el baúl del auto. Como tenía que presentarme a trabajar a las 19 hs, proyecté un recorrido de 80 km por caminos de tierra para hacer en cuatro horas con paradas a sacar fotos.
Nunca pensé que el plan se alteraría por causas ajenas a mi voluntad. Ya veremos.
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Palomar en Alberti. |
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Pesado el camino. Las máquinas están arreglando el desastre que dejó la inundación. |
Salí a la
búsqueda de la Estación Benítez (FFCC Sarmiento) por el camino que bordea las
vías. La senda estaba pesadísima ya que habían pasado las “champion” y el terreno estaba muy suelto. Y cómo no iban a pasar
las máquinas si tras las inundaciones de agosto el camino quedó destruido. Y no
solo el camino. Pasé cerca del puente ferroviario que se descalzó y que obligó
a una formación a dejar en la vía un coche.
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Así quedó el puente del FFCC Sarmiento. No se vino abajo de casualidad. |
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En lo peor de la crecida, quedó atrapado un coche del servicio a Bragado. (Foto Bomberos Voluntarios de Alberti). |
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Foto aérea que da cuenta de la magnitud de la crecida (Foto Bomberos Voluntarios de Alberti). |
Saliendo
de Benitez y tras cruzar la ruta 51, el camino se anegaba por tramos de 200
metros. Me saqué las zapatillas y lo crucé caminando. Pero el verdadero
problema llegó cuando pasé el siguiente punto: la estación Indacochea.
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Estación Benitez. |
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Primer charco del recorrido. Me saqué las zapatillas para no mojarlas. De haber sabido lo que venía ... |
Indacochea
es un lindo pueblo que nació con la inauguración de la estación perteneciente
al FFCC Midland en 1908, y clausurada en 1977. Su cercanía al río Salado hizo
que la localidad se convierta en un importante centro pesquero. Cuando el
Salado se pasa de mambo la zona se inunda y mal.
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Almacén abandonado en el camino entre Benitez e Indacochea. |
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Indacochea. |
Siguiendo
el plan, tomé un camino de tierra que vincula a Indacochea con Achupallas, “Pueblo
de Amigos” para los de la zona. Ese camino cuenta con un puente de hormigón que
cruza el río y que felizmente permanece en pie.
Por la
crecida –que no cesó del todo pese a que pasó ya más de un mes desde el pico-
el camino literalmente fue devorado por el agua. No es que lo tapó, lo barrió,
sacando la capa de tierra que lo nivelaba sobre el nivel del terreno.
Se hacía
imposible pedalear así que seguí caminando con la esperanza de llegar al puente
y encontrar partes más secas.
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Esto era un camino. |
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Al camino lo invaden correntadas como esta cada diez metros. El agua corre fuerte. Imaginar lo que fue en el pico de la crecida del Ró Salado. |
Con el
agua a la cintura me crucé con un pescador que estaba sobre su bote con motor
fuera de borda colocando trampas para nutrias. Me dijo que era imposible seguir
ya que había pozos y partes del terraplén que cedieron en los que la corriente
era fuerte.
Como
volver atrás no está en los planes, me vino al pelo que me proponga llevarme en
su lancha hasta Achupallas.
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La bici al bote! |
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Avanzando hacia Achupallas. |
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Parece el Paraná, pero es el río Salado. |
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Adiós y gracias!!! |
Jamás
imaginé que transitaría varios kilómetros en lancha en una zona donde los caminos
de arena son la regla. Desde la embarcación de mi ocasional amigo pude
comprobar la magnitud de la crecida. Era como estar cruzando el río Paraná.
Efectivamente cerca del puente y en las partes en el que el terraplén había
cedido había correntadas peligrosas que obligaron al timonel a alejarse del
puente dibujando una comba de casi 300 metros sobre el itinerario.
Me dejó al
borde de lo que quedó del camino, a poco menos de un kilómetro de Achupallas. Avancé
caminando, y por partes pedaleando, en el agua hasta la entrada al pueblo.
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Va secando... |
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Chimenea en el cuadro de la estación Achupallas. |
El sol
caía a pique y se me venía la noche. Por suerte di con Juan, vecino del pueblo
y trabajador de la Municipal mientras reabastecía de agua su camión regador,
quien me sugirió que no avance por la tierra hasta Pla, sino que tome la ruta
51 y recién pasando Gdor. Ugarte agarre la calle que me dejaba en Alberti.
Le hice
caso pese a que no me gusta agarrar la ruta y más una tan transitada por
camiones.
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Ruta 51. |
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Camino a Pla. |
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Estación Pla. |
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Parada obligada en Pla. |
Después de
meter pata en el asfalto por casi 9 km, con recurrentes visitas a la banquina
cuando notaba que se venían camiones, tomé la calle de arena que pasa cerca de
Pla y me dejaba en la puerta de Alberti.
Quedaban
30 km, por suerte con viento a favor, pero la arena era tremenda. Por falta de
líquido tuve que entrar a Pla a clavarme un pomelo.
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El Salado. |
Ya de
noche, a las 19 hs clavadas, entré a Alberti para cumplir con el cometido. Una
linda experiencia. Una prueba contrarreloj todo terreno.
Jorge.