Primaveral cuadro de la estación de Uribelarrea
Estancia La Figura (Uribelarrea)
Estación La Noria
Sobredosis de publicidad antes de entrar al campo, como para no te olvides
Recorrido en Google Earth
El sábado 3 de octubre, mi hermana Melina cumplía años, y apostamos por hacer una salida corta y cercana a Buenos Aires para llegar a tiempo a los festejos de sus primeros treinta años.
Fuimos con Gabriel Páez a Cañuelas, ciudad que tiene un acceso muy cómodo y ofrece lugares geniales. Estacionamos el auto en una YPF que se encuentra en el ejido del pueblo donde nos atendieron con la mejor onda y nos facilitaron el espacio totalmente gratis (término en franco peligro de extinción en nuestra ciudad de Buenos Aires).
Arrancamos y agarramos hacia el lado de las vías del FFCC Roca y tras atravesar un paso a nivel agarramos la tierra por un camino que corre casi en paralelo a la RN3 y que nos dejó en la traza de lo que es la autovía 3, a la altura de la estación de peaje. Seguimos por ese camino disfrutando del día espectacular con mucho sol y temperatura un poco más que primaveral.
Ya metidos hasta las bolas en el campo, mientras pedaleábamos con viento a favor, surgió un momento de tensión: un piedrazo que vuela hacia nosotros proveniente de un grupo de unos cinco tipos que avanzaban por el camino junto a unos diez perros galgos conformando una línea de caza ineludible.
No sé si el piedrazo que tiró uno de los pibes tuvo como fin golpearnos o probar si lograba lanzarla lo suficientemente lejos tomando como referencia nuestros cuerpos en movimiento. Lo cierto es que al pasarlos surgió un mangazo de agua a Gabriel, pedido que -interpreté- tuvo como finalidad testear si ibamos al pie o no. Y no, no había agua para los cazadores con perros y seguimos adelante.
Llegamos a la estación La Noria del FFCC Roca, la cual está rodeada de nada, con la única compañía de la Escuela N°19 –que funciona sobre un edificio escolar típico bonaerense etapa Gobernador Fresco- y unos animales que cuida una familia que ocupa parte del edificio ferroviario a modo de vivienda.
La estación se encuentra en estado lamentable, sin techo. Apenas si sirve de resguardo para la familia que se ha refugiado allí seguramente empujada por la necesidad.
Seguimos viaje hacia Uribelarrea y en medio del camino nos cruzamos con un viejo Megabiker llamado Rodolfo quien se encontraba paseando con su hija con destino idéntico al nuestro.
Pasando la entrada a la estancia La Figura y la escuela salesiana Don Bosco entramos a “Uribe” donde se estaba celebrando la “Fiesta de la picada y cerveza artesanal”. El pueblo estaba impecable, todo muy prolijo.
Almorzamos unos sorrentinos –previa picada de fiambres- tras lo cual visitamos la estación ferroviaria del pueblo (Ramal Cañuelas – Lobos) y nos animamos a rodar por arriba de las vías pese a la presencia de rosetas.
Antes de retornar a Cañuelas decidimos entrenar un poco cargando peso extra, para sacar patas, y por eso compramos dulce de leche, chorizos y queso en la escuela Don Bosco.
Rodando en sentido norte –con persistente y fuerte viento en contra- pasamos por el paso a nivel de las vías que unen Cañuelas con Uribe, y divisamos a nuestra derecha el cabin de señales desde donde se maneja el desvío del ramal a Lobos.
Cerramos la tarde tomando un helado –super recomendable- en la heladería que se encuentra frente a la plaza principal de Cañuelas.
Jorge
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